“Adolescentes, cada vez más enganchados a las pantallas. Claves para prevenirlo” (Fuente: Periódico ABC 30/06/23)
“En los últimos 10 años, el número de jóvenes que son adictos a las pantallas ha aumentado significativamente debido, entre otras causas, a un acceso temprano a los dispositivos, a la falta de supervisión parental, y a un aumento de aplicaciones que ofrecen contenido personalizado.”
Es cierto que este tipo de herramientas nos facilitan la vida en determinados aspectos, y, sobre todo, a partir de determinadas edades, por eso tenemos que proteger a los menores, intentar darles acceso lo más tarde posible, y cuando les demos acceso, vigilar el contenido al que acceden.
La mayoría de menores, a partir de la adolescencia, usan sus dispositivos electrónicos para pasar gran parte de su tiempo en las redes sociales, aplicaciones que no están diseñadas para que accedan puesto que, según Jesús Villanueva, (psicólogo y subdirector de la clínica Recurra-Ginso) “muestran una realidad perfecta en base a los gustos de los usuarios, pudiendo provocar un desinterés en la vida real”. Además, en dichas aplicaciones, pueden contactar con personas que no conocen sin saber el peligro que esto supone. Sumado a los riesgos citados anteriormente, el uso desmesurado y sin control de las redes sociales, puede implicar un mal desarrollo del menor, tanto a nivel cognitivo como físico (debido a la falta de ejercicio), carencia de habilidades sociales, incapacidad de soportar la imperfección…
De acuerdo con la noticia y como conclusión, desde Des-Conecta consideramos que es muy importante que los menores tengan acceso lo más tarde posible a las tecnologías, y, cuando lo tengan, que sea supervisado por adultos para que puedan evitar y filtrar el contenido inadecuado para su edad, así como el uso descontrolado.
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